Serie: Las cinco marcas de la misericordia – Parte 1, Sesión II.
Texto: Mateo 18:21-35
Fecha: 04/06/23
Enfoque: Discipulado, Servicio y Evangelismo
Pastor: Josias Lima
LA MISERICORDIA PERDONA A LOS CAÍDOS.
Objetivo del Estudio: Ayudar a la persona a PONER en práctica la primera marca de la misericordia, y aclarar los beneficios de tenerla, como un estilo de vida.
I. ROMPE- HIELO: ¿Qué es perdonar a una persona para usted? ¿Ha tenido éxito en perdonar alguien de su familia, iglesia, trabajo, escuela o vecino? ¿Cómo considera usted que se sintió, después que perdonó?
II. EDIFICACIÓN
Versículo para memorizar:
“El amor no lleva cuenta de las ofensas.” 1 corintios 13:5b
Texto clave:
Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —le contestó Jesús—. Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”. El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad. Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió. Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré”. Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda.
Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” Y, enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía. Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano». Mateo 18:21-35.
Tres razones, por las que debo aprender a perdonar:
A. PRIMERA razón, para YO perdonar a las personas:
- Porque DIOS ME PERDONÓ.
El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad. Mateo18:27.
Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió. Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré”. Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Mateo18:28-30.
¡Dios me ha perdonado una deuda imposible de pagar! Él ha perdonado mis pecados, y ahora espera que yo perdone a otras personas.
…sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Efesios 4:32.
B. SEGUNDA razón, para YO perdonar a las personas.
- Porque el RESENTIMIENTO ME HACE MISERABLE.
Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debias tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” Y, enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía. Mateo 18: 31-34.
El siervo no fue torturado por su deuda, ¡fue torturado por su falta de perdón!
La cámara de tortura, de la falta de perdón es auto-impuesta, cuando no perdonamos. Dios no tiene que encerrarnos en la cárcel. Lo hacemos nosotros mismos. Nos encerramos en una prisión de ira y ansiedad.
C. TERCERA razón, para YO perdonar a las personas.
- Porque YO VOY NECESITAR DE PERDÓN EN EL FUTURO.
Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano. Mateo 18:35.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos serán tratados con misericordia”. Mateo 5:7.
El perdón, no es sólo de labios; el perdón es una forma(estilo) de vida. Tenemos que vivir en un estado constante de perdón, aceptar el perdón de Dios y ofrecer perdón a los demás, sin importar cuantas veces pequen contra nosotros. Además, el perdón no es la restauración inmediata de la confianza, esta debe reconstruirse con el tiempo.
Queridos hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia, Dios dice:
“A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido. Y también dice: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza”. Romanos 12:19.
“El amor no lleva cuenta de las ofensas”. 1 corintios 13:5b
III. APLICACIÓN
a. ¿Debo llevar a cabo las relaciones con mi familia, mis amigos y mis hermanos(as) de las células en las acciones de perdón, basado en que ejemplo / persona?
b. ¿Está de acuerdo que necesitará de perdón en el futuro? ¿En qué forma espera recibir el perdón de Dios y de las personas?
IV. EVANGELISMO
Hoy, usted ha aprendido que perdonar a los caídos debe ser un estilo de vida; que DIOS ha perdonado a las personas. Sugiero, que usted, como cristiano, motive a los demás a permanecer enfocados en las tres personas que han elegido para dedicar un tiempo de oración, pidiendo por sus vidas. No olvidemos: Amar a Dios, amar al prójimo y servir a los demás (nuestro eslogan). Esta es una gran oportunidad que tiene para obedecer a Dios, mostrar amor y servicio a los demás. Separe un tiempo, cada día de la semana para orar por ellos.
Sed firmes y constantes, abundando en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Sed firme y constantes, abundando en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1 corintios 15:58.
V. TIEMPO DE ORACIÓN