Texto: 2 Timoteo 2:21
Fecha: Diciembre/23
Enfoque: Discipulado
Maestro: Irving Soto
Anotación: Tenga en cuenta que el siguiente, es solo un bosquejo de estudio, que pertenece a las clases presenciales de escuela dominical.
SANTIFICACIÓN – PARTE 1
SERIE: META TRANSFORMADORA.
- Desarrollar una profunda convicción en tu vida de que somos santificados por el amor de Cristo, y construir un fundamento verdadero que nos sirva para crecer en Jesucristo por el resto de nuestras vidas.
INTRODUCCIÓN.
¿Cuál es la realidad acerca de nuestro crecimiento como creyentes?
¿Cómo es que el crecimiento se convierte en algo que sucede en nuestras vidas y no sólo es un tema para charlar? La palabra que la Biblia usa para este proceso de crecimiento se llama SANTIFICACIÓN.
Como creyentes hemos sido: Justificados.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Romanos 5:1
- El acto de ser separados para siempre y de una sola vez (1 Corintios. 6:11).
- El acto completo de estar con Dios por la eternidad (Ro. 8:30).
La justificación se dio en el momento en que fuimos salvos. La glorificación sucederá cuando lleguemos al cielo. La santificación es lo que está sucediendo en nuestras vidas ahora mismo.
A. Santificado.
Santificado significa SEPARADO.
En el Antiguo Testamento, eran los objetos y lugares de adoración, a los que se les llamaba “separado”, para el uso y honor de Dios.
- Sumos sacerdotes (Ex. 28:41)
- Vestiduras santas (Ex. 29:21)
- El altar santo (30:10)
- Tierra santa (Lev. 27:21)
En el Nuevo Testamento, es el pueblo de Dios lo que está separado, para el uso y honor de Dios.
Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 2 Timoteo 2:21
“Santificados”, significa que somos puestos aparte, para que Dios nos pueda usar: se nos ha dado un lugar de honor para que Dios nos use para sus propósitos especiales. Y Dios no nos usa sólo unas pocas veces al año. Dios nos ha separado para poder obrar a través de nosotros cada día de nuestras vidas.
Santificado, viene de la misma raíz que la palabra SANTO. En la biblia, todos los creyentes son llamados santos. No se trata de estar yendo hacia la santidad; ESTOY CRECIENDO COMO UN SANTO (2 Pedro 3:18 y 2 Corintios 10:15).
La doctrina de la santificación, fundamenta nuestro crecimiento como cristianos. Uno de los ingredientes faltantes en nuestro desarrollo espiritual, es precisamente la comprensión de esta doctrina. Sin comprender la doctrina de la santificación, el creyente puede fácilmente caer en la trampa de tratar de crecer en Cristo, pero basado en sus propios esfuerzos (legalismo). O abusar de la gracia, al pretender crecer, sin importar su forma de vivir.
En estos estudios, veremos cinco verdades específicas. Estas verdades, son el fundamento para nuestro crecimiento como creyentes:
- Los dos enfoques de la santificación.
- Las dos naturalezas del cristiano.
- El poder de la gracia sobre la ley.
- El proceso de crecimiento diario.
- La promesa de Dios, de finalizar su obra en nosotros.
