Texto: 2 Timoteo 3:16
Enfoque: Batalla Espiritual
Rev. Josias Lima
LAS TRES FUENTES DE LA TENTACIÓN (parte 3)
La primera fuente de la tentación es la CARNE.
La mayor parte del tiempo el diablo no tiene que ver nada contigo porque ya tienes suficientes tentaciones de tu propia carne y tienes suficientes de parte del mundo, así que, mucha veces te deslizas y dices que es el diablo quien te hizo hacerlo, pero la verdad es que muchas veces es que, el diablo no tiene ni que molestarse porque ya estoy atrapado en mi propia carne pecaminosa, en mi naturaleza pecaminosa, ya que muchas de las veces estoy predispuesto a pecar, también influenciado por lo que me rodea.
En este verso primero nos dice que esto no viene de Dios. No digas que Dios te está tentando, no culpes a Dios. Sabes, muchas veces hemos dicho de la forma en que juzgues serás juzgado. Si estas en el asiento trasero del auto con una chica y eres un joven adulto, no culpes a Dios si te metes en problemas, tampoco digas, el diablo me hizo hacerlo, ¡no, tú lo hiciste!
Así que, tú dices: “satanás está tentándome”, pero en realidad la mayoría de las veces es tu propia carne, y sabes, Jesús cuando fue tentado, dijo respecto a esto, “satanás me ha tentado, pero no ha encontrado nada dentro de mí”. Si satanás no puede encontrar un espacio dentro de ti, entonces no hay tentación.
Ahora nos dice: “cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos o lujuria lo arrastran y lo seducen”…
¿Ahora, qué es la lujuria?
La lujuria es una forma retorcida de satisfacer un deseo natural. Cada lujuria está basada en una necesidad natural que tienes en tu vida. Tienes necesidad de amor, tienes necesidad de afirmación, tienes necesidad de comida, tienes necesidades sexuales, necesidades emocionales, tienes necesidades mentales, necesidades sociales, y la lujuria es el uso inadecuado de un deseo natural.
El sexo no es malo, la biblia dice que:” toda dádiva y don perfecto vienen de Dios”, así que el sexo no es malo, es santo, pero cuando se usa de una forma equivocada se convierte en lujuria. Todo regalo de Dios puede ser divino o demoniaco (equivocarse del blanco). El fuego es un regalo de Dios. El fuego puede quemarte o puede calentarte. El agua puede ya sea satisfacer tu sed o puede ahogarte. Cada regalo puede ser bueno o malo en tu vida dependiendo de cómo lo utilices. Satanás no puede crear nada solamente, puede pervertir aquello que Dios ha creado. Dios lo
crea y satanás lo mal utiliza, abusa y pervierte lo que Dios ha creado. Ahora, la lujuria es una situación no saludable, no es malo interesarse en el sexo, pero una preocupación enfermiza con esto, se te sale de control. Te preocupas demasiado. Lo mismo con el dinero. Desear tener suficiente para alimentar a tu familia y cubrir tus necesidades, no tiene nada de malo, pero una obsesión enfermiza con el dinero se convierte en avaricia. Es la lujuria del dinero, es todo lo que puedes pensar. Se convierte en un ídolo así que primero, entonces la primera fuente es mi propia carne (humanidad), la primera fuente de la 2 tentación, mi propia concupiscencia, mi propia lujuria.
La segunda fuente de la tentación es EL MUNDO.
En 1 Juan 2:16 nos dice lo siguiente “porque nada de lo que hay en el mundo, los deseos de un hombre pecaminoso, los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida proviene del Padre si no del mundo, el mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
Así que el mundo es nuestra segunda fuente. Sabes, la biblia nos dice en Santiago que nos arrastra y nos seduce.
La tercera fuente de la tentación es SATANÁS.
La biblia nos enseña en 1 de Tesalonicenses 3:5 que satanás quiere tentarte. Satanás tentó a Adán y Eva en el Génesis y también tentó a David en 1 de Crónicas 21, el tentó a Jesús en Mateo 4, él tentó a Ananías en Hechos 5 y en muchas otras ocasiones.
El propósito del diablo en la tentación es herir a Dios. Satanás sabe que, él realmente no puede tentar a Dios, porque Dios es perfecto. Dios no puede ser tentado, así que, satanás no puede llegar a Dios, por lo tanto, hace su siguiente mejor jugada, intenta lastimar a los hijos de Dios. Si satanás utiliza la tentación para contra atacar a Dios. ¿Sabes lo que significa? Significa que, incluso un cristiano puede ser usado como herramienta en las manos de satanás para contra atacar a Dios. A satanás en realidad no le interesa lo te pasa a ti, satanás te odia y él quiere destruir tu vida. ¿Pero qué intenta hacer? Él quiere contra atacar a Dios.
En la próxima semana, concluiremos este estudio hablando acerca de porque Dios permite la tentación, me refiero a que sí la tentación está diseñada para alejarme de Dios entonces porque Dios permite la tentación.
Hay varias razones:…
