PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 8)

 Textos: 2 Timoteo 3:16 y el libro de Daniel.

 Fecha: 08/25/22

 Enfoque: Madurez Cristiana – 08

 Pastor Josias Lima

 

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 8)

Objetivo: Llevar a los creyentes al conocimiento fundamental del libro de Daniel según la palabra de Dios.

Palabras  clave: Guerra, imperios mundiales, visión, carnero, macho cabrío, Belsasar, Daniel, Babilonia, cuerno roto, cuerno pequeño, mensajero gabriel.

Versículos clave:

           “Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.” Daniel 8.4                                                                                       

           “Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.” Daniel 8.8

A. VISIÓN DE DANIEL DE LOS IMPERIOS EN GUERRA (8:1–27).

 

  1. La guerra del carnero y el macho cabrío – (8:1–12).

a. Ocasión y lugar de la visión (8:1–2).

    En este año tercero del reinado del rey Belsasar habían transcurrido dos años desde la visión de Daniel de los cuatro reinos mundiales. Si el exilio de Daniel a Babilonia se produjo cuando tenía entre 15 y 20 años de edad, ahora estaría cerca de los 75. Había servido a su época inteligentemente bajo el gran Nabucodonosor. Pero era aún el hombre de Dios y con los años había madurado en sabiduría. Ahora Dios estaba a punto de revelarle los más preciados secretos de su plan para Israel y para la humanidad. Estaba en Susa, el palacio de verano de los reyes persas, a unos 320 kilómetros al este de Babilonia.

b. El carnero medo-persa (8:3–4).

    En la primera visión de Daniel, en el capítulo 7, las bestias que simbolizaban las potencias mundiales eran salvajes. Ahora cambia el tono de la visión y dos de esas mismas potencias mundiales aparecen como animales domesticados: un carnero y un macho cabrío. ¿Podría ser que el Espíritu de Dios estuviera describiendo aquí otra fase importante de la vida y la historia humana? Primero aparece el carnero, hiriendo al poniente, al norte y al sur. Tanto Ciro como Darío llevaron con éxito campañas hacia el este, a la India. Pero lo que afectó más seriamente a la historia fue su impacto occidental.

    La bestia de dos cuernos, uno de los cuales crece más que el otro, sugiere claramente la historia medo-persa. Pero con el surgimiento del talentoso Ciro,  sus hazañas se hicieron tan evidentes que rápidamente ascendió a la cumbre de la alianza medo-persa. “Ninguna criatura viviente podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; hacía lo que le placía, y se engrandeció”. Se engrandecía aquí no significa “se tornó altivo” sino más bien “hizo grandes cosas”.

c. El macho cabrío griego – (8:5–12).

   Con esta escena entra en la historia un nuevo factor. Hasta aquí el centro de gravedad del poder mundial era oriental. Ahora, por primera vez, aparece el occidente. He aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra. El ataque del macho cabrío contra el carnero fue rápido y aplastante. “Exasperado contra él”; es decir, “con furia brutal arremetió contra él”. Y no hubo quien librase al carnero de su poder.

  • El cuerno roto y sus cuatro sucesores. En la cúspide del poder del macho cabrío aquel gran cuerno fue quebrado y en su lugar brotaron otros cuatro cuernos. Aquí el significado se refiere claramente a cuatro reyes y sus respectivos reinos que los sucedieron.

 

  • El cuerno pequeño que creció. Mientras Daniel miraba, empezó a suceder algo asombroso. De uno de los cuatro cuernos brotó un cuerno pequeño, que creció mucho. La tierra gloriosa era “la tierra de Israel”. La misma palabra “se engrandeció”) se usa aquí y en 4 y 8. Pero el contexto describe otra clase de crecimiento, un crecimiento en el mal. La soberbia del despreciable cuernito se magnifica aún contra el príncipe de los ejércitos. Intenta atacar a Dios destruyendo parte del ejército y de sus estrellas. Claramente el príncipe se refiere a la autoridad divina que gobierna sobre los santos de Dios. ¿Quién podría desempeñar este papel mejor que la segunda Persona de la divina Trinidad, como el pre-ordenado Príncipe Ungido del pueblo de Dios? Para llevar a la práctica sus blasfemos propósitos, el cuerno pequeño quita el continuo sacrificio y profana el santuario. Fue una época en que habían desaparecido las restricciones usuales contra el mal y los malhechores. “Como resultado, la verdad y la justicia perecieron y el mal triunfó y prosperó”.

  1. Significado de la visión (8:13–27)

a. “¿Hasta cuándo?” (8:13–14). Dios le reveló a Daniel, por medio de la conversación de seres santos cercanos, que el tiempo del mal no sería prolongado. La pregunta era: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? (v.13). La respuesta fue: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado (v.14). ¿Cómo hemos de entender el simbolismo de estos números? Jerónimo da una interpretación muy simple y sensata:

     Si leemos la historia de Josefo, hallaremos registrado allí que… Antíoco entró en Jerusalén, y después de someterla a una devastación general regresó a los tres años y colocó la estatua de Júpiter en el templo. Hasta el tiempo de Judas Macabeo… Jerusalén estuvo desolada por un período de seis años, y durante tres de esos años el templo estuvo profanado; lo cual hace un total de dos mil trescientos más tres meses.

b. El mensajero de Dios, Gabriel – (8:15–19).

    El profundo asombro de Daniel ante la visión que había tenido halló pronto una respuesta en la presencia de alguien con apariencia de hombre —un mensajero especial enviado por Dios. Era Gabrielque apareció anunciado por una voz de hombre. Gabriel (heb., “Dios se ha mostrado poderoso”) es bien conocido en la Escritura. Fue el mensajero de Dios a Daniel (8:16; 9:21); y el mensajero de la anunciación del nacimiento de Juan el Bautista, así como de la concepción del mismo Jesús (Lc. 1:19, 26).

c. La interpretación – (8:20–27).

  • El carnero—Medo-Persa (8:20). La identificación de esta furiosa criatura es directa e inequívoca. Se trata de Media y Persia. Pero cuando surgió el joven genio, Ciro el persa, procedió rápidamente a absorber toda la tierra. Sus aliados y parientes eran medos. Ahora Darío que destruyó el imperio de los babilonios en cooperación con su pariente Ciro—porque ambos llevaron adelante la guerra como aliados—tenía 72 años de edad en el momento en que capturó Babilonia… Cuando Babilonia fue derrotada, Darío retornó a su propio reino en Media, y llevó consigo a Daniel en la misma honrosa posición a que había sido promovido por Belsasar. No cabe duda de que Darío había oído de la señal y portento que le había acaecido a Belsasar, y también de la interpretación que Daniel le había dado y de cómo había predicho el gobierno de los medos y los persas. Así, pues, nadie debiera molestarse por el hecho de que en un lugar se diga que Daniel vivió en el reinado de Darío, y en el otro lugar en el reinado de Ciro. La Septuaginta tradujo Darío por el nombre Artajerjes… De modo que fue bajo este Darío que dio muerte a Belsasar, que tuvieron lugar los acontecimientos de los cuales hablamos.

 

  • El macho cabrío de Grecia (8:21–22). El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. Esta parece una descripción de Alejandro el Magno, el macedonio. Ante su brillante estrategia se rendía todo lo que tenía delante. Por donde quiera que fuera, Alejandro era bienvenido, ya sea porque se lo aclamaba o porque obtenía fáciles victorias, hasta que al fin se detuvo en los límites de la India sobre las orillas de río Indo. Pero el imperio de Alejandro fue el más frágil y menos duradero de todos. Cruzó como un meteoro el cielo de la historia y estalló en fragmentos. Esos fragmentos fueron cuatro (v.22), forjados en reinos visibles por cuatro de sus más osados generales. Macedonia y Grecia fueron tomadas por el medio hermano de Alejandro, Felipe Arideo. El Asia Menor le tocó a Antígono. Egipto, a Ptolomeo, hijo de Lagos. La gran masa de Siria, Babilonia y todos los reinos del este hasta la India fueron el 4 dominio de Seleuco Nicanor.

 

  • El feroz y despreciable “cuerno pequeño” (8:9–12, 23–25). La mayoría de los intérpretes reconocen la evidente diferencia entre el cuerno pequeño de este capítulo y el del capítulo 7. Este cuerno brota de uno de los otros cuatro cuernos. El cuerno pequeño del capítulo 7 sale entre los otros diez y desplaza a tres de ellos. Este cuerno del capítulo 8 es un producto del tercer reino. El del capítulo 7 es del cuarto reino. Casi unánimemente, los intérpretes concuerdan en que quienquiera que sea el cuerno pequeño del capítulo 7, el Anticristo u otro personaje, el cuerno pequeño del capítulo 8 es Antíoco Epifanes.

     Jerónimo señala este hecho y sugiere que Antíoco es un tipo del Anticristo, así como Salomón lo era de Cristo, el Ungido. La interpretación que da Gabriel presta apoyo a este concepto. Leemos: La visión es para el tiempo del fin; eso es para el tiempo del fin; y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo.

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).