PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 7)

 Textos: 2 Timoteo 3:16 y el libro de Daniel.

 Fecha: 08/18/22 

 Enfoque: Madurez Cristiana – 07 

 Pastor Josias Lima 

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 7)

Objetivo: Llevar a los creyentes al conocimiento fundamental del libro de Daniel según la palabra de Dios.

Palabras  clave: reino, reinar, dominio, gobierno, señor, príncipe, sueños, misterio, visión, santos, tiempo, promesa, esperanza, fe, fidelidad, caída, imperio.  

Versículos clave

           “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.”  Daniel 7.9

           “Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies.” Daniel 7.19 

Escudriñando el capítulo 7

  1. Las cuatro bestias (7:1–8) 

“Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.” Daniel 7.3

  • El León alado – La primera bestia (7.4).

              El león con alas de águila… levantada del suelo… enhiesta sobre los pies a manera de hombre y que recibió un corazón de hombre sugiere a Nabucodonosor como la gran personificación del imperio babilonio. Su degradación se sugiere en, “el arrancarle las alas”, y su restauración en “el don, de un corazón de hombre” y en “la posición erecta de un ser humano”. El rey de las bestias por su fuerza y ferocidad y el rey de las aves por su gracia, rapidez y rapacidad se combinan en el cuadro del poder regio y la grandeza de este rey, y su reino. 

  • El oso – La segunda bestia (7:5). 

          Semejante a un oso, “que tenía su zarpa levantada, lista para golpear”, seguía al león en ferocidad. Las tres costillas que tenía en la boca y el mandamiento: Levántate, devora mucha carne, describen su carácter rapaz. Esa bestia describe gráficamente la pesada e impasiva, y firme estolidez (incapaz de razonar y dialogar) del osuno imperio persa —masivo y poderoso en su estrategia militar, malbaratador de vida humana y recursos.  

  • El leopardo con alas de ave – La tercera bestia (7:6).  2

              El leopardo, con cuatro alas de ave es un símbolo adecuado de Alejandro, el griego, cuya asombrosa velocidad y notable poder, pusieron rápidamente a sus pies a Persia y el mundo. Las cuatro cabezas sugieren la división de su reino en cuatro partes poco después de su muerte.  

  • El monstruo indescriptible – la cuarta bestia (7:7–8).  

              La cuarta bestia es el tema especial de la interpretación del ángel en vv. 15-28. Esta criatura espantosa, pero no descrita, recuerda fuertemente el carácter heterogéneo de la parte inferior de la estatua de Nabucodonosor, con piernas de hierro y pies de una mezcla de hierro y barro (2:40–43). La característica distintiva de la cuarta bestia es el terror que intenta provocar en el que la contempla; era espantosa y terrible y en gran manera fuerte, y tenía unos dientes grandes de hierro. “Devoraba y hacía pedazos a sus víctimas, y pisoteaba con los pies los restos de ellas”. Se señala especialmente su marcada diferencia con las otras bestias que la precedieron.  

              En la cabeza de esta bestia crecían diez cuernos. Símbolos del poder militar, estos cuernos representan diez reyes o reinos (v. 24). Brotando de la única cabeza, una unidad en la diversidad, como partes de una única bestia. También pertenecían al mismo período de la historia, en contraste con las apariciones sucesivas de las bestias.  

        El temible cuerno pequeño (v. 8) – Surgiendo de la misma cabeza y desplazando a tres cuernos de los primeros había otro cuerno pequeño. Este, más devastador que cualquiera de los anteriores, este cuerno se torna un tema principal en el resto del capítulo. Sus ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas sugieren, un ser humano dotado de extraordinaria inteligencia y sagacidad, con un descollante orgullo. 

2. El Anciano de Días se sienta en juicio (7:9–14)  

  • Los tronos de juicio (7:9–10).  

              Al llegar al clímax, la furia de la cuarta bestia, Daniel vio poner unos tronos, y al Anciano de días ocupar su asiento de juicio. Revestido de luz inefable, cercado de millones de millones que le servían, el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Esta figura se refleja claramente en Apocalipsis 20:4.  

  • El juicio de la bestia y de las bestias (7:11–12). 

              La cuarta bestia encuentra su fin en el juicio de Dios. Mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. Con ella fue el cuerno pequeño. A las otras bestias se les concedió cierta prolongación de la vida, aunque les fue quitada su autoridad y fueron sometidas al dominio divino.  

  • Un nuevo rey y un nuevo reino (7:13–14).  

              Sigue la visión de uno como un hijo de hombre, que viene con las nubes del cielo y recibe un reino… entero del cual son súbditos todos los pueblos, naciones y lenguas. Inevitablemente se identifica a Jesús, que adoptó el título de “Hijo del hombre”, como el nuevo Rey. Y su proclamación del Reino identifica, el nuevo dominio. 

              La relación de esta visión con [la del pasaje] 2:44-45 es evidente. Allí la piedra cortada de la montaña desplaza a los reinos (Mt. 24:30 y Ap. 1:7). 

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 7)
  Al llegar al clímax, la furia de la cuarta bestia, Daniel vio poner unos tronos, y al Anciano de días ocupar su asiento de juicio. Revestido de luz inefable, cercado de millones de millones que le servían, el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Esta figura se refleja claramente en Apocalipsis 20:4. 

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