PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 6)

 Textos: 2 Timoteo 3:16 y el libro de Daniel.

 Fecha: 08/11/22 

 Enfoque: Madurez Cristiana – 06 

 Pastor Josias Lima 

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 6)

Objetivo: Llevar a los creyentes al conocimiento fundamental del libro de Daniel según la palabra de Dios. 

Palabras  clave: reino, reinar, dominio, gobierno, señor, príncipe, sueños, misterio, visión, santos, tiempo, promesa, esperanza, fe, fidelidad, caída, imperio.  

Versículos clave

         “Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.”  Daniel 6.4

           “Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies.” Daniel 7.19  

                                                                                                              

2. Estructura de Daniel

  • Segunda parte: El plan profético para los gentiles (2.1 — 7.28) 

Para recordar

  • El Apocalipsis Babilónico, 2:1–7:28 (Un Mensaje en Arameo a las Naciones)  
    • El Sueño de Nabucodonosor, 2:1–49  
    • El Coloso de Nabucodonosor, 3:1–30  
    • Juicio Personal de Nabucodonosor, 4:1–37  
    • Caída del Imperio Babilónico, 5:1–31  
    • Reinado de Darío, el Medo, 6:1–28  
    • Imperios Surgen y Caen Hasta la Consumación, 7:1–28 

E. Reinado de Darío – el Medo. 6:1–28 (Imperio Medo-Persa) 

  • Progreso político de Daniel (6:1–3)  
  • Maquinación de los sátrapas (6:4–9)  
  • La valiente devoción de Daniel (6:10–24)  
  • El decreto de Darío (6:25–28)  

F. Imperios Surgen y Caen Hasta la Consumación 7.1– 28 (Imperio Babilónico) 

  • Las cuatro bestias (7:1–8)
  • El Anciano de Días se sienta en juicio (7:9–14)
  • La interpretación del ángel (7:15–28)  

Escudriñando el capítulo 6

  El versículo final del capítulo 5, con el primer versículo del capítulo 6 nos introduce en un nuevo gobierno, el Medo-Persa. Aunque Ciro fue el conquistador, Darío de Media se nos presenta como el monarca de Babilonia. Parece haber sido la práctica de Ciro dejar la administración del gobierno en manos de otros mientras él proseguía sus campañas de conquista.

         1. Progreso político de Daniel (6:1–3)  

  En la reorganización del gobierno, Darío siguió la política liberal de Ciro y procedió inmediatamente a distribuir las responsabilidades de la administración. La designación de 120 sátrapas sobre los cuales colocó tresgobernadores. De los tres gobernadores, Daniel mismo era superior. Y Darío halló en él un espíritu superior lo que le hizo pensar en extender su autoridad a todo el reino. Daniel era ya octogenario. Había pasado por las pruebas de una crisis política tras otra. Su reputación de integridad y honestidad llegó ahora a conocimiento de los nuevos gobernantes. Tal vez éstos habían sido informados de su actuación en la noche fatal de la caída de Belsasar. En cualquier circunstancia, el hombre de Dios estaba dispuesto a servir donde fuera necesario.  

           2. Maquinación de los sátrapas (6:4–9)  

Un hombre fiel y honrado es desconcertante para los intrigantes indignos. Ver que Daniel estaba a punto de recibir una nueva promoción por encima de ellos era más de lo que los gobernadores y sátrapas podían soportar. Debían destruirlo a cualquier costo. Como no podían señalarle fallas en el desempeño de su cargo, sabían que debían atacarlo en su punto más fuerte: su religión y la ley de su Dios. El rey fue accesible a la sugestión. Era común que un gobernante medo o persa ocupara el lugar de uno de sus dioses y exigiera la adoración del pueblo. Darío se sintió halagado de ser el centro de la devoción religiosa durante un mes, de modo que firmó… el edicto

3. La valiente devoción de Daniel (6:10–24)  

La respuesta de Daniel fue inequívoca. Alterar sus hábitos devocionales o mantener secreta su relación con su Dios hubiera sido una vileza. Se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Esta era una ley que no necesitaba estar en los libros. Hacer ilegal algo que era una cuestión de conciencia sería alta traición contra el Dios del cielo. La cuestión de la autoridad del estado y el derecho de la conciencia individual ha llegado a ser crucial una y otra vez en nuestro esclarecido siglo. Y, como Daniel, muchos se han visto obligados a defender la posición que su conciencia les indicaba. Los sátrapas conjurados informaron a Darío: “Ese Daniel, uno de los cautivos judíos, no hace caso de ti ni de tu ley. Tres veces al día pide favores a su Dios”. El rey se espantó cuando advirtió las implicaciones de su acción, y resolvió librar a Daniel de la trampa legal en que habían caído juntos por ese nefando complot. Los maquinadores aprovecharon su ventaja sin vergüenza ni compasión y obligaron al rey a hacer lo que le repugnaba hacer: echar a Daniel en el foso de los leones.                                                                                                                                              

El foso fue sellado con el anillo real, de modo que Daniel no tuviera ocasión de escapar. El rey retornó al palacio, pero no comió ni durmió. Se acostó ayuno y sin duda pasó la noche orando a los dioses que conocía. Apenas amanecía cuando se apresuró a ir al foso, “Y al llegar cerca del foso, llamó a Daniel con voz lastimera; y hablando el rey dijo a Daniel: ‘¡Oh, Daniel, siervo del Dios vivo, ¿ha podido tu Dios a quien tú sirves de continuo, librarte de los leones?’ ”.  

Con una esperanza perdida, la tarde anterior le había dicho a Daniel: “Quiera tu Dios, a quien sirves tan fielmente, librarte”.  

La respuesta de Daniel desde el fondo del foso fue el sonido más maravilloso que el rey hubiera podido esperar oír. Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró las bocas de los leones.  

El gozo del rey revela la estima que le tenía a Daniel. Y su sentido de la justicia ultrajada, se ven en su esfuerzo para corregir la equivocación cometida mediante la inmediata reforma del edicto y el apremiante castigo de los malvados embusteros.  

  4. El decreto de Darío (6:25–28)  

Aunque la reacción inmediata de Darío fue corregir la injusticia cometida contra Daniel y castigar a los verdaderos culpables, fue mucho más lejos. Comprendió que la verdadera ofensa se había cometido contra el Dios de Daniel. En verdad, el edicto que había enviado a Daniel al foso de los leones había desalojado transitoriamente al Dios viviente del reino de los medos y persas. Ese edicto debía ser contrarrestado por otro igualmente terminante y específico en sus alcances e implicaciones. Así, mientras el primer edicto había prohibido orar a nadie más que al rey, el segundo ordenaba reverenciar al Dios de Daniel en todo el reino. Si bien la verdadera adoración nunca puede ser asegurada por un decreto real, sí puede ser estimulada. El mandato del rey y la imputación de alabanza presentaban la gloria de Dios en términos casi tan claros y comprensivos como los proclamados por el gran Nabucodonosor, el caldeo. El Dios de Daniel… es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra. 

El versículo 28 relaciona los reinados de Darío el medo y Ciro el persa con Daniel, que sirvió bajo ambos. La historia muestra que estos monarcas fueron corregentes, habiendo servido Darío el medo en Babilonia bajo Ciro, quien había consolidado los reinos de los medos y los persas y era su jefe reconocido. 

Escudriñando el capítulo 7

Con Daniel 7 concluye la sección aramea del libro  y terminan los mensajes relacionados con las potenciasmundiales paganas. En un sentido este capítulo forma un puente entre la sección gentil y la sección judía que sigue. La primera, vestida en el lenguaje de las tierras a las cuales Israel y Judá habían sido exiliados, llevó la palabra de Dios a los emperadores e imperios de los gentiles. La segunda, en el lenguaje de la promesa al pueblo de la promesa, llevó la palabra segura de Dios al remanente de Israel. La perspectiva de la primera es el orden mundial gentil. La perspectiva de la segunda pone en primer plano el reino de Dios, si bien en conflicto con las fuerzas del mundo. Así, pues, en este capítulo 7 convergen ambas perspectivas, la terrena y la celestial. Junto con el capítulo 2 ha sido caracterizado como el corazón del mensaje de Daniel. 

1. Las cuatro bestias (7:1–8)

  • Las bestias y la imagen de Nabucodonosor (7:1–3).  

El primer año de Belsasar sería, 14 años antes de la caída del reino babilonio. El sueño de Daniel, de la forma de las cosas futuras, incluyó la contemplación de todos los tiempos, desde el momento en que se encontraba el profeta, más de cinco siglos antes del nacimiento de Cristo, a través de nuestro tiempo, hasta el fin de las edades. Desde este punto de vista de Daniel, rodeado de la silenciosa oscuridad de la noche, surgió un cuadro de ruido y furia—furiosos vientos del cielo combatiendo sobre el gran mar, bestias rugientes que ascendían de las aguas, y avanzaban por la tierra, cada una de ellas perseguida por la que la seguía. 

Hay un notable paralelo entre la visión de Daniel descrita aquí y la visión de la gran estatua de Nabucodonosor. De hecho, ambas describen claramente las mismas realidades históricas, aunque desde diferentes puntos de vista. El capítulo 2 muestra la historia tal como Dios permitió que un monarca pagano la entreviera. La estatua tenía en sí elementos de la situación del propio Nabucodonosor. En la visión de Daniel compartimos la posición de un hombre de Dios que capta un fugaz resplandor de la perspectiva de Dios. 

Nabucodonosor vio el orden mundial resaltando en magnífica grandeza, un brillante coloso de oro, pero Daniel vio la misma substancia como unas bestias terribles y rapaces. 

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).