PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 5)

 Textos: 2 Timoteo 3:16 y el libro de Daniel.

 Fecha: 08/04/22 

Enfoque: Madurez Cristiana – 05 

 Rev. Josias Lima 

El libro de Daniel  

Objetivo: Llevar a los creyentes al conocimiento fundamental del libro de Daniel según la palabra de Dios.

Palabras  clave: reino, reinar, dominio, gobierno, señor, príncipe, sueños, misterio, visión, santos, tiempo, promesa, esperanza, fe, fidelidad, caída, imperio.  

Versículos clave

         “El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.”  Daniel 5.18 

           “Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.” Daniel 4.37  

1. Trasfondo histórico de los reyes babilónicos.

Caída del Imperio Caldeo o Neobabilónico 

       La primera mitad del libro de Daniel es el registro de una serie de encuentros cruciales entre el jactancioso poderío y orgullo de hombres pequeños y el Dios grande y bueno, que en el último análisis; gobierna los asuntos de los hombres, sea que éstos lo reconozcan o no. El incidente de este quinto capítulo viene como el clímax del relato del meteórico viaje a través de la historia del reino neo-babilónico.  

       A la muerte de Nabucodonosor, su hijo, Evil-merodac, le sucedió en el trono. Este es el rey que honró en forma especial al rey Joaquín después de sus 37 años de exilio, liberándolo de la prisión y asignándole una pensión.  

       Dos años después el cuñado de Evil-merodac, Neriglisar, encabezó una revuelta y lo asesinó. Neriglisar se había casado con una hija de Nabucodonosor y pretendía algunos derechos reales, especialmente a través de su joven hijo, Labasi Marduk. Pero el muchacho carecía de apoyo y pronto fue despachado por sus amigos de confianza. Los generales y dirigentes políticos eligieron a Nabonido, otro yerno de Nabucodonosor, y su probado ayudante de confianza durante gran parte de su reinado. Nitocris, hija de Nabucodonosor, le dio a Nabonido un hijo, Belsasar. Debido a su sangre real, Belsasar, tres años después de la asunción del mando por Nabonido, fue hecho corregente con su padre. Se le dio el cargo especial de gobernador de la provincia de Babilonia. Este fue el Belsasar de Daniel, como lo han revelado las tabletas cuneiformes después de décadas de confusión. Por tanto, los reyes de la dinastía caldea fueron: 

2. Estructura de Daniel

  • Segunda parte: El plan profético para los gentiles (2.1 — 7.28) 

IV. Belsasar y la escritura en la pared 5.1–31  

A. Belsasar contamina los vasos del templo 5.1–4  

B. Belsasar ve la escritura 5.5–9  

C. Daniel interpreta la escritura 5.10–29  

D. Belsasar muere 5.30–31  

V. Decretos de Darío 6.1–28  

A. Ascenso de Daniel 6.1–3  

B. Darío firma un decreto tonto 6.4–9  

C. Daniel ora fielmente 6.10–15  

D. Daniel en el foso de los leones 6.16–17  

E. Daniel es salvado de los leones 6.18–24  

F. El decreto sabio de Darío 6.25–28  

VI. Daniel y su visión de las cuatro bestias 7.1– 28 

A. La revelación de la visión 7.1–14  

B. La interpretación de la visión 7.15–28.

Escudriñando un poco más“.

  • La orgía profana de Belsasar (5:1–4)  

A pesar de toda su herencia real del gran Nabucodonosor, su abuelo, Belsasar se hizo famoso por su desenfreno y crueldad. Se atribuye a Jenofonte la anécdota de una partida de caza en la cual uno de los nobles de Belsasar se adelantó al rey y derribó la presa. Ante lo cual Belsasar mató al noble en el mismo punto. Más tarde, en una fiesta, uno de los huéspedes fue elogiado por una de las mujeres. El rey ordenó que el huésped fuera mutilado para que no hubiera ninguna otra ocasión de nuevos elogios.8 Criado en medio del 3 lujo, y habiendo recibido desde temprano poder y adulación, difícilmente hubiera podido evitar llegar a ser un insensato egoísta y un autócrata sin corazón.  

Pero ahora, después de 14 años como segundo en autoridad en el reino, Belsasar se enfrentaba con serias responsabilidades. Su padre, Nabonido, estaba en campaña con el ejército caldeo tratando de parar los golpes de las fuerzas combinadas de medos y persas. Una tras otra las tierras alrededor de Babilonia habían caído. Ahora la propia capital estaba rodeada por los ejércitos de Ciro, como su presa final. ¿Pero no era inexpugnable esta gran Babilonia? Sus muros podían soportar cualquier asalto. Su abundancia de provisiones y su inagotable suministro de agua podían aguantar cualquier asedio. Para demostrar su temerario desdén por la amenaza persa, Belsasar proclamó una festividad para toda la ciudad. Con una invitación especial a mil de sus príncipes convocó a un banquete en el palacio real. Para aumentar la alegría de la reunión, invitó a las mujeres del harén real. Y él mismo presidió las festividades demostrando su capacidad de bebedor. Ordenó que trajeran los vasos sagrados que su abuelo había llevado de Jerusalén a Babilonia 50 años antes. Beberían de ellos como nunca antes nadie había osado beber, y alabarían a todos los dioses de Babilonia. Según los historiadores, Gobryas, el general de Ciro, dijo: “No me extrañaría que las puertas del palacio estuvieran abiertas, porque toda la ciudad parece entregada esta noche a una orgía.” 

  • Aparición de la condenación (5:5–9)

Repentinamente, sin advertencia previa, la algarabía se congeló en un silencio estupefacto. Sobre la pared apareció una mano de hombre que escribía lentamente un mensaje. Pero ni el rey ni sus cortesanos pudieron entender una sola palabra. “Entonces se le mudaron al rey los colores, y sus pensamientos le aterraron, en términos que las coyunturas de sus lomos se le desencajaban, y sus rodillas se batían la una contra la otra” (v.6). Cuando recobró el habla, Belsasar empezó a llamar a gritos a los sabios magos, caldeos y adivinos, para que acudieran a explicar el misterio. El rey prometió recompensas y ascensos para quien pudiera leer la escritura y descifrar el mensaje. Sería vestido de púrpura (atuendo regio), se le pondría al cuello un collar de oro, y sería elevado al tercer puesto entre los líderes del reino. Este era el lugar más elevado disponible, pues Nabonido ocupaba el primer lugar y Belsasar el segundo.  

Cuando sus sabios no pudieron darle respuesta alguna, el rey y todos los circunstantes fueron presa de la mayor consternación.  

  • Llaman a Daniel (5:10–12)  

     Mientras los hombres gritaban y las mujeres lloraban, la reina (Nitocris, la reina madre), que se había ausentado de la fiesta, volvió de sus aposentos en el palacio a la sala del banquete. Dominando la histeria de la situación con aplomo y dignidad, increpó amablemente al rey, su hijo, y le indicó cómo proceder inteligentemente. Le recordó que había en su reino un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos. Este hombre había probado una y otra vez su capacidad para revelar secretos sobrenaturales en los días de su abuelo Nabucodonosor. Este no era otro que Daniel… por nombre Beltsasar, en un tiempo principal entre los sabios de Babilonia.  

  • La interpretación de Daniel (5:13–29)

     Entonces Daniel fue traído delante del rey. Olvidado y menospreciado durante largo tiempo, el hombre de Dios era ahora el hombre de la hora. Habiéndosele ofrecido la misma extravagante recompensa que el rey había prometido antes, Daniel la rechazó y pasó directamente a la crisis que confrontaba al beodo rey y su ciudad. Cortés pero directamente, lo enfrentó con un mensaje de Dios. Le recordó las lecciones que Belsasar debiera haber aprendido de la historia, especialmente de la vida de su abuelo y los tratos de Dios con él. Señaló la soberbia de Nabucodonosor y su trágica humillación. Luego hizo una embestida a la propia conciencia de Belsasar: Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido.  

      La escritura en la pared estaba terminada. Cuatro palabras crípticas brillaban sobre el yeso de la pared. Estaban escritas claramente, en caldeo, ¿pero qué significaban? Mene, Mene, Tekel, Uparsin. Daniel explicó cada palabra con un doble significado. 

Mene, Mene significaba “contado, contado”; Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin; Tekel— “pesado”; pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. Parsin— “fragmentos rotos” . Usando la forma del participio singular, Peres—fragmentado, Daniel pronunció la condenación final, Tu reino ha sido roto, “dividido”, y dado a los medos y a los persas.  

  • Ruina del imperio (5:30–31) 

     Apenas habían sido colocadas en Daniel las preciadas condecoraciones, cuando irrumpieron aullando en el palacio los soldados de Gobryas y Ciro. La tradición dice que los ingenieros de Ciro desviaron el río y las tropas entraron en la ciudad por el lecho seco del canal. Pero parece haber evidencias más sólidas de que insurrectos dentro de la ciudad habrían abierto las puertas para dejar entrar a los ejércitos persas. La ciudad cayó sin gran pérdida de vidas, aparte de la de Belsasar, este muerto en la misma noche. Cuando el ejército de Nabonido estuvo definitivamente derrotado, Ciro le asignó una residencia permanente (a Nabonido), en Carmania; una provincia no muy distante, donde vivió sus últimos días. 

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).

EL LIBRO DE DANIEL (PARTE 5)
 La primera mitad del libro de Daniel es el registro de una serie de encuentros cruciales entre el jactancioso poderío y orgullo de hombres pequeños y el Dios grande y bueno, que en el último análisis; gobierna los asuntos de los hombres, sea que éstos lo reconozcan o no. El incidente de este quinto capítulo viene como el clímax del relato del meteórico viaje a través de la historia del reino neo-babilónico.  

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