PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

CRISTO, EL ÚNICO CAMINO PARA LA SALVACIÓN.

 Textos: Juan 3.16 y Romanos 10.9

 Enfoque: Salvación

 Rev. Josias Lima

 

Cristo, el único camino para la salvación.  

Versículos clave:

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. 

Juan 3:16

                      “Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”. 

Romanos 10:9   

¿Qué Debo hacer para recibir a Cristo?  

¿Qué debo hacer para recibir el regalo de la salvación?

 

         En Romanos 6:23 leemos: “Porque la paga del pecado es muerte, más las dádiva (regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

         Podemos observar que el regalo está en Cristo Jesús. Por lo cual es imposible recibir el regalo de la vida eterna sin recibir primeramente a Jesucristo en nuestro corazón. Es imposible ser salvo de otro modo o a través de otra persona, divinidad o religión, como lo afirma el apóstol Pedro en su discurso ante un concilio diciendo:

        “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.     Hechos 4:12

         Al decir “en ningún otro hay salvación” claramente exceptúa a todos los santos o santas o vírgenes, ángeles o arcángeles, seres celestiales o poderes terrenales. Fuera de Jesucristo no hay quien pueda salvarnos.

         Muchísima gente se considera cristiana porque sus padres fueron cristianos, o porque fueron bautizados, o porque su religión es cristiana o simplemente porque dicen creer en Cristo, pero jamás han recibido en sus corazones a Jesucristo como su Salvador.

Como dice el apóstol Juan: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” 1 Juan 5:11-12

Por tanto, ¿Qué debo hacer para recibir a Cristo cómo mí salvador? Debes creer en Jesucristo, en definitiva, invitar a Jesucristo para que entre en tu corazón, por medio de una sencilla oración, reconociendo que eres un pecador y de esta manera, desde adentro, seas transformado y convertido en hijo de Dios.

                 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

Juan 1:12           

                 “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”.

Romanos 3:23

 

      Aquí está una sugerencia de una sencilla oración que puedes hacer para aceptar a Cristo y recibir el regalo de la salvación:

     Querido Dios, soy pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo derramó su valiosa sangre y murió por mis pecados. Estoy dispuesto a arrepentirme de mis pecados. Ahora invito a que Jesús entre en mi corazón y en mi vida, como mi Salvador personal. ¡Amén!

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).