PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

BIBLIA (Parte 6) Serie: Metas Transformadoras.

Texto: 2 Timoteo 3:16

Fecha: 04/29/22

 Enfoque: Discipulado

Maestro: Irving Soto

 

BIBLIA – PARTE 6

SERIE: METAS TRANSFORMADORAS

 

Estudiando la Palabra de Dios DILIGENTEMENTE.

 

     Estudiar la Palabra de Dios requiere diligencia, porque los resultados no vienen inmediatamente. Nuestro compromise de leer la Palabra de Dios siempre será recompensado.

 

¿CÓMO HACEMOS DEL ESTUDIO DE LA BIBLIA, UN COMPROMISO?

1. Comprométete delante del Señor a confiar en su Palabra.

1 Timoteo 4:

15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

 

2. Cultivar el deseo, examinando la Palabra de Dios en búsqueda de respuestas.

Hechos 17:

11 Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

  • Debemos ser como los de Berea. Al escuchar la Palabra de Pablo, sintieron, inmediatamente, la urgencia de examinarla por ellos mismos.
  • Cuando tengas alguna pregunta, regresa a la Biblia e investiga.
  • Cuando halles la repuesta por ti mismo, alcanzarás un crecimiento espiritual que nunca has experimentado.

 

3. Diles a otros lo que estás aprendiendo de la Palabra de Dios.

Colosenses 3:

16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

 

     Si sólo tomamos la Palabra para alimentarnos a nosotros mismos, pronto nos hallaremos estancados en nuestra fe. Es sólo cuando compartimos la verdad con otros; que el agua viva, continúa fluyendo de forma fresca e inspirada, en nuestro corazón.

 

4. Actúa de acuerdo a lo que aprendes, mientras estudias la Biblia.

Santiago 1:

22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.

 

Conclusión:

     Aprendemos que Dios nos enseña que debemos amar profundamente su Palabra, comprenderla espiritualmente, y manejarla adecuadamente y estudiar diligentemente. Mientras esperamos, Dios nos ha dado un regalo maravilloso: LA BIBLIA, El libro que necesitamos. Es un libro que nos da esperanza. Es un libro que nos da dirección. Por lo tanto, debemos pedir a Dios, fuerza y sabiduría para recordar siempre, que debemos buscar las respuestas en su Palabra y compartir con otros lo que nos estás enseñando.

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).