PRIMERA IGLESIA BAUTISTA HISPANA
PHILLIPSBURG, NEW JERSEY

BIBLIA (Parte 4) Serie: Metas Transformadoras.

Texto: 2 Timoteo 3:16

Fecha: 02/27/22

Enfoque: Discipulado

Maestro: Irving Soto

 

BIBLIA – PARTE 4

 SERIE: METAS TRANSFORMADORAS

 

Comprendiendo la Palabra de Dios ESPIRITUALMENTE.

     Una vez que comenzamos a valorar, leer y estudiar la Palabra de Dios, necesitamos comprenderla espiritualmente, más que intelectualmente.

A. Dos verdades sobre cada creyente en Cristo.

  1. El Espíritu Santo me permite ENTENDER la Biblia.

  12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1ª Corintíos 2:12-15

13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque…” Juan 16:13

 

  1. El Espíritu Santo me hace RESPONSABLE por mi comprensión de la Biblia.

20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

26 Os he escrito esto sobre los que os engañan. 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 1 Juan 2:20-27

  • No sólo podemos comprender la Biblia, también debemos hacerlo. Dios nos ha dado grandes maestros, predicadores y escritores que nos ayudan a lograrlo; a aprender y aplicar de mejor manera la Palabra de Dios. Sin embargo, no dependemos de ellos solamente.
  • Eres responsable de APRENDER la verdad de Dios.
  • Eres responsable de VERIFICAR la verdad, que se te enseña.

Conclusión:

Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10 porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden;

11 y,

En las manos te sostendrán,

Para que no tropieces con tu pie en piedra.

12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. LUCAS 9-13

 

     Satanás conoce el poder de la Palabra de Dios y no teme utilizarla en contra nuestra. Jesús resiste la tentación, confrontando a Satanás con la verdad de la Biblia. ¿Podríamos hacer algo semejante? ¿Cómo podemos evitar ser burlados? Necesitamos aprender a manejar la Palabra de Dios ACERTADAMENTE.

¡LE ESPERAMOS EN LA PRÓXIMA CLASE!  

¡NO SE LO PIERDA!

Pastor Josías Lima

Pastor Josías Lima

El Pastor Josias Lima nació en Brasil en 1969. En 2016 se mudó al Estado de Nueva Jersey, EE.UU. con su esposa y sus dos hijos. En abril de 2021, deciden mudarse a la ciudad de Phillipsburg, NJ, con el objetivo de vivir más cerca de la iglesia, en la cual pastorea.

Fue ordenado en una iglesia bautista, en Río de Janeiro, Brasil, en agosto de 1997. Él completó el Bachillerato en Teología y otras carreras. A lo largo de su carrera ministerial, ha actuado como pastor principal y asociado.

Es un cristiano apasionado por los pueblos de habla hispana y por la gracia de Dios, está sirviendo en una iglesia bautista hispana, a personas de diferentes naciones de Hispanoamérica. Está agradecido con Dios por el llamado, por el ministerio, por poder anunciar el evangelio, por ofrecer a otros la oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador y enseñarles a cultivar una relación personal con Dios y con las demás personas.

Lejos de su patria, confía en que servir en esta misión es prioridad, un don que Dios le reservó en la vida nueva, que recibió por medio de Cristo: “…me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).